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jueves, 13 de septiembre de 2012

La Mujer Afgana - Película


El Afganistán es un país de unos 23 millones de habitantes y, al cabo de tres años de profunda sequía, 23 años de guerra y destrucción y cinco años bajo las autoridades talibanas, se ha convertido en uno de los países más pobres del mundo. El Afganistán registra la segunda tasa más elevada de mortalidad materna en el mundo. Incluso antes del régimen talibán, el Afganistán registraba altas tasas de mortalidad materna e infantil y muy bajas tasas de alfabetización de mujeres. No obstante, la mujer participaba en la vida de la sociedad en lo económico, lo social y lo político. Las mujeres ayudaron a redactar la Constitución de 1964. En el decenio de 1970, había al menos tres legisladoras en el Parlamento. Hasta comienzos del decenio de 1990, las mujeres eran maestras, funcionarias públicas y doctoras, así como profesoras, abogadas, juezas, periodistas, escritoras y poetas.

Cuando los talibanes llegaron al poder, se discriminó y marginó sistemáticamente a mujeres y niñas y se violaron sus derechos humanos. Ello agravó las condiciones económicas y sociales de las mujeres y las niñas en todo el territorio nacional, en particular en las zonas controladas por los talibanes. Las mujeres y las niñas siguieron tropezando con graves limitaciones en su acceso a la educación, los servicios de atención de la salud y el empleo. Durante el régimen talibán, sólo alrededor del 3% de las niñas recibieron alguna forma de enseñanza primaria. La prohibición del empleo de la mujer también afectó a la educación de los varones, pues la mayor parte de los maestros eran mujeres. Las malas condiciones sanitarias y la malnutrición hicieron del embarazo y el parto situaciones excepcionalmente peligrosas para las mujeres afganas.



 Las políticas de los talibanes también restringieron enormemente la libertad de circulación de la mujer. El hecho de que las mujeres sólo pudieran viajar acompañadas por un familiar varón complicó particularmente la situación de los hogares encabezados por mujeres y de las viudas.





Desterradas del espacio público, las mujeres tampoco podían cumplir ninguna función en el proceso político y quedaron excluidas de todo tipo, estructurado o no, de gestión de los asuntos públicos. Las mujeres afganas padecieron actos de violencia en el hogar y otros tipos de violencia en los 25 últimos años, no sólo bajo el régimen talibán. A pesar de que la situación de la mujer afgana ha venido causando preocupación durante muchos años, el Afganistán y la difícil situación de sus mujeres y niñas recuperan hoy la atención mundial en condiciones de tragedia extrema, violencia política y destrucción. Por primera vez fuera del entorno de las Naciones Unidas y de la comunidad internacional es evidente la preocupación cada vez mayor de parlamentos, primeras damas, personalidades del mundo del espectáculo y organizaciones no gubernamentales, quienes reclaman el reconocimiento pleno de los derechos de las mujeres y las niñas del Afganistán.                





                     

Medidas de la comunidad internacional

Hoy, mientras prosigue la reconstrucción y la rehabilitación del Afganistán, varias entidades de las Naciones Unidas siguen dedicándose activamente a mejorar la situación de las mujeres y las niñas en el Afganistán. Cabe mencionar los siguientes ejemplos:

  • Las Naciones Unidas han emprendido una campaña de inmunización a gran escala de los niños afganos contra el sarampión, importante enfermedad que causa estragos entre los niños y sin embargo es posible prevenir.

  • A fines de septiembre de 2001, en respuesta a la grave emergencia sanitaria declarada entre las mujeres afganas, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) emprendió su mayor operación humanitaria hasta la fecha. Entre los civiles afganos que huyeron de sus hogares y atravesaron en masa las fronteras del país había miles de mujeres embarazadas. La falta de vivienda, alimentos, medicamentos e higiene planteaba grandes riesgos para esas mujeres y sus niños lactantes. Para prestar a las mujeres afganas desplazadas servicios de atención de la salud reproductiva que quizá les salvaría la vida, el FNUAP se preparó para hacer llegar anticipadamente suministros de socorro de emergencia tanto a los países limítrofes con el Afganistán (Pakistán, Irán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán) para que pudieran afrontar las grandes corrientes de refugiados previstas como al Afganistán, para distribuirlos en la medida de lo posible;

  • Durante el régimen de los talibanes en el Afganistán, las panaderías patrocinadas por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) representaron una de las pocas oportunidades de empleo al alcance de la mujer; los proyectos de panaderías del PMA emplearon a 300 mujeres de Kabul y a 100 mujeres de Mazar-i-Sharif antes de septiembre de 2001.
El Afganistán en síntesis* - Sólo alrededor del 15% de los partos están atendidos por personal de salud capacitado, y más del 90% de los nacimientos tiene lugar en el hogar. Según el UNICEF, la tasa de mortalidad materna en el Afganistán es la segunda más alta del mundo, y se estima que 15.000 mujeres mueren cada año por causas relacionadas con el embarazo.

- La tasa de mortalidad infantil es de 165 por 1.000; la tasa de mortalidad de niños menores de 5 años es de 257 por 1.000 y uno de cada cuatro niños muere antes de cumplir los 5 años a causa de enfermedades prevenibles.

- Sólo el 23% de la población tiene acceso a agua apta para el consumo y sólo el 12% a saneamiento adecuado, lo que aumenta la incidencia de las enfermedades. Al menos 15.000 afganos mueren de tuberculosis cada año, y el 64% son mujeres.

- El 4% de la población ha quedado discapacitada, muchos a causa de las minas terrestres. El Afganistán es uno de los países más minados del mundo. Según el programa de las Naciones Unidas de actividades relativas a las minas, más de 732 kilómetros cuadrados del territorio del Afganistán están minados y alrededor de 500 kilómetros cuadrados contienen municiones y artefactos explo-sivos no detonados.

- La malnutrición de las mujeres, que tiene consecuencias negativas para el embarazo y el parto, así como para la salud de los hijos, no sólo se debe a la escasez de alimentos relacionada con el conflicto y la sequía, sino que también guarda relación con a la preferencia tradicional por los varones, que hace que la mujer reduzca su propia ración de alimentos en favor de los hombres y los niños.

- La mala situación de la salud se ha visto agravada por la falta de servicios de salud y de recursos básicos, en especial en las zonas rurales, la estricta segregación del personal médico, y el número reducido de doctoras, enfermeras y parteras que han permanecido en el país tras la llegada al poder de los talibanes.

- Veintitrés años de guerra han destruido la infraestructura del sistema educativo y han aumentado aún más la tasa de analfabetismo en el Afganistán. Sólo el 5% de las mujeres sabe leer y escribir (durante el decenio de 1980, la tasa de alfabetización de la mujer era de apenas el 8%).

- El 54% de las niñas menores de 18 años están casadas. Según informes, se obligó a las familias de niñas y jóvenes a casarlas con los talibanes, o a entregarles en su defecto grandes sumas de dinero. A menudo las familias casaban a las niñas a edad temprana a fin de utilizar el precio de la novia para contribuir a la supervivencia de la familia.

- El conflicto en el Afganistán durante el régimen de los talibanes y la militarización de la sociedad provocaron un aumento del número de raptos de niñas y mujeres por combatientes talibanes. Es difícil obtener cifras exactas a causa de la renuencia de las familias a denunciar los casos de rapto por miedo a las represalias y del estigma social asociado al hecho de que una hija o hermana fuera raptada o vendida para actividades sexuales.

http://www.anundis.com/profiles/blogs/las-mujeres-que-nunca-sonr-en-cr-menes-de-honor
 

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